JOVEN ARGENTINO EN MISSISSIPPI

Sin importar la división,  el tamaño o el reconocimiento del college al que uno vaya como atleta, el hecho de estar haciendo un deporte a nivel universitario es todo un logro.


Recordemos que solo el 7% de los atletas que  egresan del secundario en EEUU son los que continúan su carrera como deportistas al siguiente nivel en las universidades. El hecho de estar en una universidad de división 1, 2, 3 o en un Junior College no quita ningún tipo de mérito al haber llegado a tal instancia.


Las oportunidades para los atletas son muchas, comenzando por la amplia cantidad de deportes que se pueden hacer, desde fútbol, tenis, baseball o natación hasta remo, gimnasia artística y esgrima. El amplio staff que tiene cada equipo cuenta con profesores particulares gratuitos (tutores-mentores) para cada materia en caso de tener algún tipo de dificultad académica,  un equipo de entrenadores para cada disciplina y hasta asesores que guían a los estudiantes a lo largo de su carrera recomendando que clases tomar, los mejores horarios para practicar el deporte elegido y entrenar  y los profesores ideales para ellos también.

Por lo general, la vida de los “student-athlete”  requiere de determinación, liderazgo y mucho esfuerzo, ya que son agendas muy cargadas teniendo en cuenta que tienen que llevar adelante una vida como estudiante universitario, con la carga horario y el esfuerzo que conlleva, y a su vez una vida como atletas; con entrenamientos a diario, competencias y viajes alrededor de todo el país. Afortunadamente, los “alumnos-atletas no están solos, cuentan con sus compañeros de equipo que están en su misma situación, un equipo de entrenadores, asesores, médicos y profesores que los acompañan a lo largo de su carrera.

Ser un atleta tiene sus ventajas, ellos cuentan con sus espacios exclusivos, su propio gimnasio, viven separados de los estudiantes regulares, su plan de alimentación es parte de la beca que reciben por parte de la universidad para la que compiten. También, en general, ya empiezan su carrera contando con el apoyo de sus compañeros, y todo el staff  y el equipo de  profesionales que trabajan para que ellos no necesiten nada. En muchos casos, suelen ser reconocidos por los estudiantes y por las redes sociales también.
 
En conclusión, la vida de los atletas es muy sacrificada, la carga horaria y la demanda es alta, pero esto vale la pena. Ellos tienen la oportunidad de hacer una carrera universitaria de la mano del deporte que aman, practicándolo y compitiendo para ser mejores cada día. Las oportunidades son vastas  y los contactos que esto genera también son muchos.

By Nacho Vanecek

Nacho es argentino, “Student Athlete”, integrante de un equipo de tenis universitario en E.E.U.U.

¡Gracias por compartirnos tu mirada, Nacho!